lunes, 18 de marzo de 2013

EL DUELO

El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida.
La intensidad y la duración de este proceso y de sus correlatos serán proporcionales a la dimensión y al significado de la pérdida.
Freud definió el duelo como “la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción equivalente”.
El factor cultural y social puede hacer que la elaboración del duelo difiera mucho. Es fundamental el tipo de vínculo y el apego que se tiene con la pérdida.
Otro factor a considerar es la presencia de terceros a los que la pérdida les afecte, con lo que se puede dar un duelo solidario.
En los casos en los que cuesta superar el duelo, se puede convertirse en un problema e incluso convertirse en un duelo psicológico. Si sucede esto conviene acudir a un profesional psicólogo, para que nos de las indicaciones para superarlo.
El duelo no es una enfermedad, aunque puede llegar a serlo si su elaboración no es correcta.
Diferentes autores han dado diferentes tipologías de duelo:
·         Duelo bloqueado: Negación a la realidad de la pérdida, donde hay una evitación y un bloqueo emocional-cognitivo que se manifiesta a través de conductas, percepciones ilusorias, síntomas somáticos o mentales o relacionales.
·         Duelo complicado: Son síntomas o conductas de riesgo sostenidas en el tiempo y de intensidad de riesgo para la salud dentro de un contexto de pérdida.
·         Duelo patológico: La persistencia o intensidad de los síntomas ha llevado a alguno o varios de los miembros de la familia a detener la vida laboral, social, académica y orgánica.
Las principales etapas del duelo son:
·         Negación: Negarse a sí mismo o al entorno que la pérdida ha ocurrido.
·         Enfado: Euforia u enfado de no poder evitar la pérdida.
·         Negociación: Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida.
·         Depresión: Se experimenta tristeza y dolor por la pérdida.
·         Aceptación: Se asume la pérdida.
Suele durar de 2 a 12 semanas y hasta 6 meses en caso de la muerte de la pareja o de los hijos. Si se excede este tiempo, hay quien recomienda buscar ayuda de un psicólogo. No siempre se cumplen todas la etapas, ni necesariamente ocurren en el orden señalado.
En educación infantil podemos tratar el duelo a través de cuentos como “La caricia de la mariposa” que trata de la muerte de la abuela o “Julia tiene una estrella” que habla de la muerte de la madre.
Podemos encontrar más cuentos en el siguiente blog:
En esta web aparece un artículo sobre como se puede tratar el duelo en niños explicándoles la pérdida:

LOS SENTIMIENTOS

Son la respuesta física y emocional de la forma en que pensamos y reaccionamos en la vida diaria, y son naturales, por lo tanto, no podemos evitar que sucedan.
Todos somos diferentes, así que respondemos de manera diferente a los sentimientos, algunas veces positivamente y algunas veces negativamente.
El sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea consciente de su estado de ánimo.
Los sentimientos están vinculados a la dinámica cerebral y determinan cómo una persona  reacciona ante distintas situaciones. Se trata de impulsos de la sensibilidad hacia aquello imaginado como positivo o negativo.
Se podría decir entonces que los sentimientos son emociones conceptualizadas que determinan el estado de ánimo de una persona.
Cuando los sentimientos son sanos, el estado de ánimo alcanza la felicidad y la dinámica cerebral fluye con normalidad. De lo contrario, el estadote ánimo no está en equilibrio y pueden surgir trastornos como la depresión en la persona.
Los cambios en las cargas emocionales determinan las características de los sentimientos. Las emociones son breves en el tiempo, pero los sentimientos se mantienen durante periodos largos.
La persona nunca debe guiarse sólo por sus sentimientos, ya que son instintivos y, por lo tanto, pueden suponer una pérdida de libertad o promover actos irracionales, como por ejemplo la persona que siente tanto odio que mata a otra persona, esa persona debe aprender a controlar sus sentimientos y no seguirlos a rajatabla.

Podemos trabajar los sentimientos en educación infantil a través de cuentos, canciones o poemas


LAS EMOCIONES

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos espontáneamente, influidos por la experiencia.

La experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y por lo tanto influyen en el modo en que percibimos una emoción.

las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos y necesidades.

Apenas tenemos unos meses de vida cuando ya experimentamos emociones que se van haciéndose más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significad
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.
Charles Darwin observó como los animales en especial los primates tenían un extenso repertorio de emociones, y que esta forma de expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie.
Existen seis emociones básicas
  • Miedo: es la anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre e inseguridad.
  • Sorpresa: puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa. Produce sobresalto, asombro y desconcierto.
  • Aversión: produce disgusto y asco, y solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
  • Ira: produce rabia, enojo, resentimiento, furia e irritabilidad.
  • Alegría: produce diversión, euforia y gratificación. Da una sensación de bienestar Y de seguridad.
  • Tristeza: produce pena, soledad y pesimismo.
Las emociones tienen diferentes funciones:
  • Miedo: Tendemos hacia la protección.
  • Sorpresa: nos ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
  • Aversión: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
  • Ira: nos induce hacia la destrucción.
  • Alegría: nos lleva a reproducir los sucesos que nos hacen sentir bien.
  • Tristeza: nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales y dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar.
Podemos observar como los niños ciegos experimentan las emociones de forma muy parecida a las de las demás personas, mostrando la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo o el país de origen.
Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serios e y podemos llegar a llorar como esa persona.
Se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.
En Educación infantil podemos trabajar las emociones con los niños a través de cuentos como el de “Hu, el fantasma” con el que se trabaja el miedo.